martes, 24 de septiembre de 2013

Bienvenida

Cuando en un colegio se comienza a hablar sobre realizar actividades con ordenadores, presentaciones con una pizarra digital, incluso emplear unas tablet para visualizar algún vídeo, siempre se tiende a pensar cosas como: 'Se está rompiendo con la rutina', 'Eso te va a hacer perder mucho tiempo', '¿No es más fácil hacer eso que dices con un papel y el libro?'...



Este tipo de pensamientos, queridos amigos, van quedando obsoletos, o al menos, deben estar en peligro de extinción. No podemos eludir una realidad que es palpable al cien por cien: la tecnología está en primera plana social, condiciona nuestro modo de vivir el día a día y, lo más importante, nos facilita considerablemente muchas tareas que, sin ella, nos sería imposible o, cuanto menos, muy costosas de realizar.

Nos debemos quedar con esa dimensión de la tecnología: facilita y ayuda. Ese aspecto es el que tenemos que tener en cuenta en primer lugar y de esta manera: ¿por qué no introducir en los colegios y la educación de los niños esa tecnología? Si, como se ha dicho, la tecnología facilita y ayuda: ¿también facilitaría y ayudaría a educar a los niños? ¿Facilitaría y ayudaría al profesor en su labor docente? La respuesta no puede ser otra que afirmativa.




Pero para ello, deben existir ciertas condiciones, desde unas normas y personas encargadas de la introducción gradual de los sistemas electrónicos en los colegios hasta alguien que, desde dentro del colegio, instruya a los profesores en el conocimiento de este tipo de tecnologías y fomente su uso respecto de los alumnos. En este blog, relacionado con una de las asignaturas de la Mención TICE en la Facultad de Educación de Toledo, nos referiremos concretamente a esa organización de los recursos tecnológicos dentro de los colegios y su correcta gestión para fomentar que se utilicen habitualmente dentro de las aulas.